Canal Sur Televisión ha cumplido 30 años desde que comenzaron sus emisiones. Mucho ha llovido desde entonces y todo lo que hemos avanzado ha sido por el empuje y el compromiso de sus trabajadoras y trabajadores. Hace 30 años, CCOO denunció que el 70% de la plantilla ganaba menos que en el resto de radiotelevisiones o que un redactor en TV3 doblaba el salario al de uno de Canal Sur. Comenzamos entonces a pelear el primer Convenio Colectivo para toda la plantilla y nada se nos dio, todo tuvimos que ganarlo.
El empleo, los derechos, la igualdad en el trabajo entre hombres y mujeres, el desarrollo de nuestras funciones en condiciones dignas o la justa distribución de la masa salarial (incluida la arbitraria distribución de los pluses) siguen siendo nuestra lucha diaria.
Pero no solo nos ocupa las condiciones laborales pues somos muy conscientes que, como sindicato de clase y sociopolítico que somos por definición, debemos intentar transformar todas aquellas realidades que no sean favorables para el conjunto de las/os trabajadoras/es. Y el Derecho a la Información y a una radio y televisión pública, independiente y de calidad debe ser una reivindicación esencial de la plantilla. Es nuestra obligación como trabajadoras y trabajadores defender el Servicio Público que tenemos encomendado frente a quienes quieren jibarizarlo o, directamente, eliminarlo. Ya sea desde dentro o desde afuera. Volver a ser la radiotelevisión que fuimos, valorada por la ciudadanía y donde el desarrollo profesional y el trabajo de la plantilla sea una realidad.
Esta radiotelevisión es de toda la ciudadanía andaluza. Una ciudadanía que exige un medio que refleje toda su pluralidad y su realidad social y cultural; mucho más rica que los tópicos y estereotipos que seguimos arrastando. Si somos cómplices con la ciudadanía y con lo que esperan de nosotr@s, si estamos unid@s en esta lucha, nada ni nadie nos puede amenazar.
Estos 30 años también han sido de la persecución sindical disfrazada de “expedientes disciplinarios”, de la marginación laboral de los profesionales críticos o “desobedientes” que han denunciado abusos y servidumbres políticas o que, simplemente, no se han plegado a una dirección déspota y nepotista. La discriminación salarial y de derechos por cuestión de género, de afinidad o de pensamiento, después de 30 años, se mantiene en Canal Sur.
Son treinta años de recuerdos y de momentos compartidos con muchas compañeras y compañeros: algun@s, por desgracia, nos dejaron demasiado pronto y otr@s fueron despedid@s. Tampoco nos olvidamos de quienes se han jubilado, tras una vida de trabajo. Por tod@s nos sentimos en la obligación de seguir luchando por ese legado, por nuestros empleos, por nuestros derechos y por esa Otra RTVA Posible que seguimos imaginando y queremos lograr. En ese camino nos seguiremos encontrando ¡Felicidades y a por otros 30 años, compañer@s!