Ayer Daniel nos dejó para siempre. Venía sufriendo la sinrazón de quien se mostró insensible ante sus problemas de salud o personales. Una dirección acostumbrada a culpar a otros de sus errores y cargar las tintas contra las/os trabajadoras/es. La misma dirección desde hace 25 años, los mismos perros con distinto collar.
A principio de la década de 2000, los eventos que organizaba Canal Fiesta Radio eran todo un acontecimiento en Andalucía. Esa emisora musical de la RTVA reunía a miles de jóvenes en lo que se llamaba 'La Fiesta del Fiesta'. Cada cita se anunciaba con profusión de medios en Canal Sur Radio y Canal Sur TV. El animador de esas fiestas era Daniel Moreno, uno de los compañeros locutores de Canal Fiesta Radio. Todo iba estupendamente bien, los directivos "se ponían" medallitas y sacaban pecho, hasta que llegó la tragedia en el pabellón Martín Carpena de Málaga, en 2002. La dirección de la RTVA pretendió desmarcarse y culpar a Daniel. También su entonces sindicato se desentendió. Daniel fue sometido a un auténtico linchamiento que le afectó gravemente. Fue despedido, aunque tuvieron que readmitirle posteriormente. Comisiones Obreras y, en especial, los compañeros y compañeras del Comité de empresa de Málaga denunciamos que la RTVA estaba eludiendo sus responsabilidades y había cogido a un trabajador como cabeza de turco. Tras el trato denigrante de la empresa, Daniel tuvo más rachas malas que buenas, quedando afectada su vida profesional y su salud. Últimamente se encontraba en una situación difícil, situación que esta dirección no ha sabido gestionar.
Algo falla cuando, en una empresa pública, la salud de las/os trabajadoras/es es algo sin importancia para su dirección, pese al trabajo continuo y riguroso que hacen los Delegadas/os de Prevención. Falla la dirección cuando no hace bien su trabajo y pretende solucionar cualquier problema que surja a base de expedientes disciplinarios. Son muchos los ejemplos que día a día nos encontramos; directivos y no pocos coordinadores y jefecillos que siguen dirigiendo su parcelita como si de un cortijo se tratara. Cualquier problema que afecta a trabajadoras/es, a su salud o a su situación familiar es “enjuiciado”, vulnerando nuestro derecho y cuestionando el Convenio Colectivo. Desde Comisiones Obreras volvemos a denunciar la política déspota y autoritaria de una dirección que se cree con "poder" para determinar nuestras condiciones de trabajo, nuestra salud y, en definitiva, nuestras vidas. No quieren escuchar a las/os trabajadoras/es, sólo les importa sus privilegios, su sillón o mantener las prebendas de quien sí baile su música.
Daniel no aguantó más y quienes le conocimos le echaremos de menos pero como se suele decir... Ya pagará el francés el vino que se bebió. Nuestro más sentido pésame a su familia, amigos y a todos sus compañeros del Centro de Producción de Málaga. Que la tierra te sea leve, compañero.