La dirección de la RTVA secuestra el Servicio Público para sus intereses particulares, intentando vender a trabajadoras/es y organizaciones políticas que sin unidad de empresa y movilidad funcional no habrá campaña electoral.
Comisiones Obreras denuncia que se use el periodo electoral para dar otra vuelta de tuerca a la plantilla. Durán pretende imponer de forma inmediata la barra libre en las funciones que desempeñamos, contando con el apoyo de parte de la representación sindical y así evitar de nuevo el debate sobre sus elevados salarios y sobre el coste de las externalizaciones, entre otros despropósitos. Después de haber apostado por 8tv -cuyas instalaciones comparte el plató de Itaca donde se realiza el programa de Juan y Medio- el PSOE tiene garantizada una infraestructura paralela de televisión para su campaña electoral y, claramente, no apuesta por la RTVA.
Comisiones Obreras tiene claro que la gestión política, económica y organizativa de esta dirección está llevando a la paralización total de Canal Sur. Como muestra el patético papelón interpretado con la retirada unilateral del satélite y su posterior reposición. La vuelta de satélite ha sido fruto de la lucha y la movilización de las/os trabajadoras/es y de la ciudadanía y nos felicitamos por ello aunque alguien debería dar explicaciones y responder por la gestión realizada y por el ridículo que han hecho. Y por faltar a la verdad a los medios de comunicación y a la ciudadanía andaluza pues no se ha repuesto la TDT–SAT como han dicho.
Comisiones Obreras no aprueba las bases que quieren imponer para las bolsas de igual y superior categoría. Se hizo ya una convocatoria en 2013, a la dirección no le gustó el resultado, y con mil argucias se la cargaron. Ahora, dos años después, se inventan otra con la ayuda del sindicato vertical que trabaja a dictado del régimen. Unas bases que discriminan y dividen a los trabajadores indefinidos, fijos, no fijos y eventuales y que incumplen manifiestamente la legalidad y la jurisprudencia marcada en este sentido, aquilatando un nuevo apartheid (los “no fijos” son entorno a 300 personas). No sabemos además a quienes van a afectar estas nuevas bolsas, porque la dirección pretende mantener en superior categoría a quien crea oportuno y descabalgar a quien le parezca, lleve el tiempo que lleve. No explicaron los criterios, por lo que serán, una vez más, los que el régimen imponga y los verticales bendigan.
Era previsible que algún sindicato amarillo, adalid de la "transparencia" y de la "independencia", compartieran estos criterios discriminatorios y antisociales. Pero lo más sorprendente es que la Ugt, presuntamente de clase y que firmó las anteriores bases, deje tirados a tantas y tantos trabajadores, los no fijos, por su entreguismo interesado al régimen para defender los pluses y prebendas de unos pocos afiliados a cambio de firmar cualquier cosa (convenio, calendarios, bolsas, etc...). La Cgt ha defendido desde el principio que puedan promocionar sólo los fijos. CC.OO. se ha quedado sola en la defensa del derecho de todos y todas a promocionar.
Las/os trabajadoras/es dieron la mayoría de los votos a las Comisiones Obreras y no vamos a entregar la confianza dada democráticamente por la plantilla a los intereses de una dirección interina que está desmontando día a día la RTVA. Para eso, y para vender nuestro futuro, está la troika sindical de Ugt, Spa y Csif, que cada día se asemejan más a un sindicato vertical de empresa. CC.OO. está con el futuro de esta empresa pública, con los derechos sociales y laborales y con la participación de la plantilla en aquellos asuntos que afecten directamente a sus condiciones de trabajo.